martes, 25 de noviembre de 2014

Texto de presentación de la muestra fotográfica 'Pasajero en Tránsito'

Por RAMY WURGAFT

BUENOS AIRES:-Convengamos en que los periodistas que escribimos notas miramos con cierta envidia a los fotógrafos que ilustran esas notas. Nos parece que ellos enfocan la cámara oprimen el obturador y asunto terminado. A nosotros en cambio nos queda la ingrata tarea de rompernos la cabeza frente al ordenador.

En los tres años que llevo trabajando con Alejandro Cherep, descubrí que las cosas no son de ese modo. Porque la fotografía puede ser un género tan intenso y demandante como la poesía o el relato breve.

En su libro La Verdad de las Mentiras, Mario Vargas Llosa se sorprende de la velocidad con que su colega irlandés James Joyce, completó los relatos que conforman Dublineses, una de sus mejores obras. Pues bien, Alejandro consigue con su cámara un resultado similar al que Joyce obtenía con su pluma: un armonioso encaje de lo colectivo y lo individual.

Algunas de las fotos que tomó a los adictos al Paco –una droga mortífera- en la Villa 21 corresponden a un grupo de personas que deambulan como espectros por los callejones un barrio marginal. Pero algo esencial se hubiera perdido sin el empeño que puso el fotógrafo en capturar ese gesto, esa mirada que distingue a cada individuo de otro y lo dignifica como ser humano.

Lo mismo sucede con las chicas que aprenden a ser modelos en la Villa 31, un barrio pobre incrustado en medio de una de las zonas más cotizadas de Buenos Aires. Digamos que no basta con saber apretar un botón para capturar toda la ilusión y la ingenua coquetería que emana de las aspirantes a top model.

Otra cosa que aprendí de nuestras correrías es que, por obedientes que sean, las personas que posan para una foto nunca se están quietas. El individuo parpadea, cierra los ojos, se pone tenso… Hasta un pensamiento que aflora puede modificar la expresión de un rostro.

La vida fluye y de la habilidad del fotógrafo depende que el torrente se detenga en el gesto o el ademán que mejor refleja la historia que se pretende narrar. Veamos por ejemplo la imagen que muestra a Simón Nyemet, bisnieto de uno de los fundadores de Colonia Hirsch, el asentamiento agrícola donde se instaló, en 1981, un grupo de inmigrantes judíos.

Recién lo habíamos acompañado al viejo cementerio de la localidad y el anciano de 90 años estaba como extraviado en el laberinto de sus propias emociones. La nostalgia por los personajes que poblaron su pasado y al mismo tiempo, el deseo sacudirse de los recuerdos que los arrastran hacia donde no quiere llegar…¿No es eso lo que expresa la mirada del viejo labrador?

Huelga decir que Alejandro Cherep es un humanista y por consiguiente, una persona que se compenetra fácilmente con los protagonistas de nuestros reportajes. Mientras que yo quiero ir volando a casa para despachar, él se queda “pegado a la historia”, como un pasajero en tránsito que se enamora de cierto lugar, pero su oficio o la vida misma no le permite quedarse.

*Ramy Wurgaft fue corresponsal en Latinoamérica del periódico español EL MUNDO desde el año 2001 hasta el 2013. Fue durante 10 años corresponsal en Medio Oriente.

Desde el 14 de Mayo hasta el 15 de Junio de 2010. Perón 940- Buenos Aires. Entrada gratuita.Sede cultural PSOE en Buenos Aires.